La linterna mágica es sin duda un objeto peculiar, dado que ha sido durante muchos siglos la precursora del cinematógrafo y, por tanto ,del origen del cine. Su invención podría datar de 1646, cuando Athanasius Kircher, uno de los científicos más importantes del siglo XVII, publicó Ars Magna Lucis et Umbrae donde ya daría pautas sobre sus descubrimientos basados en la cámara oscura. Pero no será hasta 1671 cuando realmente aparezca, en su segunda edición del tratado, con una descripción física del aparato. Entre tanto, otro inventor de su época, el holandés Christiaan Huygens, ya habría elaborado otro instrumento capaz de proyectar imágenes en 1659, ya que en uno de sus manuscritos aparecen diez figuras macabras que le habrían servido para animar mediante la linterna mágica a través de dos placas de vidrio.
El invento consistía en una cámara oscura, en la cual se recibían las imágenes del exterior para visualizarse dentro de la cámara e invertirse el proceso para finalmente verse proyectadas en el exterior gracias a un juego de lentes. Entre ambas lentes, existía un soporte corredizo donde se colocaban las placas de vidrio pintadas, en varias capas para obtener el movimiento; las cuales se iluminaban desde el interior con una lámpara de aceite, lo que hacía necesario una chimenea para dejar salir el humo.
El mayor problema de su construcción radicaba en las lentes, cuya transparencia fue mejorando con el paso de los años, hasta conseguir que el visionado y uso de la linterna mágica se extendiera en uso, no solo por los investigadores, sino también por los feriantes que lo incluían en sus atracciones y recorrían los caminos de ciudad en ciudad haciendo sesiones que fascinaban a media Europa. Los temas preferentes que se mostraban entonces eran caricaturas, paisajes o escenas de caza y amor galante. Por desgracia no han sobrevivido imágenes de linternas mágicas realizadas en el siglo XVII, aunque si el testimonio de alguno de los asistentes de aquellas proyecciones como el médico francés Charles Patin quien ofrece en ‘Relations historiques et curieuses de voyages’ (1674) unos párrafos sobre la experiencia de asistir a una sesión de linterna mágica: “Un arte que puede colocar la mitad del mundo en un punto; que ha resuelto la forma de que los ecos visuales surjan del cristal, y de aproximar los objetos más alejados por medio de las reproducciones de cosas y las correspondencias de imágenes, las cuales extienden, en los espacios más limitados, las lejanías más infinitas. Este arte engañoso se burla de nuestros ojos y con la regla y el compás desarregla todos nuestros sentidos”.
En este link podéis acceder a una página dedicada íntegramente a las linternas mágicas y su historia. Y en este video podéis visualizar su funcionamiento e incluso su construcción con materiales reciclados.
